Senderistas: Paco_Domingo, Manolo, Begoña, Rafa, Merche, Chon, Ximo, Ximet, Angel, Vicente, María_José, Paco_Maldonado, Nuria, José Miguel, Carmen_D, María_Angeles, Carmen_K, Emilio, José_Manuel.
Pico Ranera.
Ruta circular con inicio y final en la granja escuela "El Manantial" (campamento "AltaAlai") de Casillas de Ranera. Dejamos los coches detrás del edificio principal donde está el campo de deportes. Desde aquí por pista llegaremos a la fuente Ranera que tiene un caño por donde sale abundante agua, tras visitarla andamos por pista bordeando la gran pinada que queda a nuestra izquierda hasta que entramos en ella por una senda que acaba perdiéndose y remontamos la ladera hasta localizar la pista que habíamos abandonado. Cruzaremos un vallado por una puerta y llegamos al collado para continuar nuestro ascenso en dirección norte, salimos del vallado y por pista, cada vez en peor estado, remontamos la ladera llena de pinos hasta que encontramos un desvío a la izquierda que nos sube hasta la cima.
Aparecemos en la cima donde se encuentra el vértice geodésico (bajo el mismo se encuentra una caja de plástico donde está el libro de visitas del mismo). Las vistas son espectaculares con Landete a nuestra izquierda. La visita de esta alargada cumbre la hacemos en dirección sureste bordeando los precipicios hasta llegar al "Mirador", este cantil es el que se nos ofrece cuando vemos el pico Ranera desde abajo. A partir de aquí seguimos unas fitas de piedras que nos bajan por la ladera pero las abandonamos para enlazar con una pista bastante perdida (quizás de seguirlas hubiera acortado una gran curva de dicha pista).
Continuamos por la pista para desviarnos por un sendero que sale por la derecha de la misma y que está señalizado por fitas de piedras. Seguiremos bajando hasta que lleguemos a una pista donde veremos señales de PR (nosotros salimos de una pista que tiene una cruz blanquiamarilla) que por la derecha nos lleva a la Casa Polán. Aquí tenemos dos opciones, seguir las señales para llegar por pista hasta la granja escuela o atravesar los campos por su margen, de seguir esta segunda opción hay que encontrar el paso de la acequia donde no hay zarzas. Entramos al campamento por una de las zonas de cabañas, la atravesamos y llegamos a los coches.
De haber seguido en la Casa Polán por la pista con señales de PR luego deberíamos coger por dos veces la pista de la derecha para llegar al edificio de la la granja escuela. Para la subida al pico, opcionalmente, podemos coger una variante que consiste en localizar en la fuente de Ranera una senda que nos suba hasta la pista a la que nosotros llegamos tras atravesar la pinada.
Notas de campo.
En octubre Paco Domingo se ofreció a llevarnos al pico Ranera y metí esta ruta en el cajón para más adelante. Y la hemos hecho en un día ideal pues aunque se trata de una zona fría, donde el viento debe soplar con fuerza, nos encontramos con un tiempo primaveral. El único pero era una niebla matutina que nos impidió ver el pico Ranera desde el campamento, y que nos hacia presagiar que no íbamos a disfrutar de vistas en la cumbre.
Tras abandonar la pista subimos a la trocha por la pinada y sin darnos cuenta pasamos la capa de nubes bajas, así que pensando que se había despejado nos encontramos en el collado con la sorpresa del mar de nubes que acabábamos de dejar por debajo nuestro. El cielo azul contrastaba con el verde de los pinos y el rojo de la pista, una pista por la que hasta muy arriba encontramos que bajaba un pequeño riachuelo de agua. Llegamos al vértice geodésico y la sorpresa fue mayúscula al ver la gran panorámica que teníamos ante nuestros ojos, una buena caída a pico y un ancho valle a nuestros pies, ampliándose a izquierda (donde vimos Landete) y derecha con un persistente mar de nubes.
Almorzamos en la cima y la recorrimos haciendo fotos, en realidad podíamos haber permanecido mucho más tiempo allí, sobre todo en el mirador donde la mayoría se sentaron a disfrutar de las impresionantes vistas. En lugar de bajar por donde habíamos subido nos lanzamos a la aventura apoyados por un mapa donde teníamos trozos de varios tracks para elegir la vuelta al campamento. El hallazgo de fitas de piedras nos facilitó la vuelta y aunque las abandonamos momentáneamente (ahora pienso que nos hubieran evitado un tramo campo a través más otro de pista) volvimos a encontrarlas.
En la bajada localizamos varias setas, tales como amanites faloides o muscaria, y un hongo pegado a una raíz. El sendero era cómodo e incluso podíamos haber hecho una extensión subiendo al Castellar de Polán que dejamos para otra ocasión. En la casa Polán decidimos atajar atravesando los campos que no estaban cultivados y tuvimos suerte en localizar a la primera el paso de la acequia. Una vez en los coches nos fuimos con ellos a visitar la formación geológica del Cañón, también llamada Plaza de toros. Un excelente complemento a la ruta que también se puede hacer de ruta ampliando la misma en varios kilómetros. Un acierto de itinerario por tierras conquenses.
Documentación.